sábado

Schade

Hoy elijo verlos bailar, imaginar que aun que no sepa que existen mentalmente pueden transportar-se conmigo a cualquier lugar de la tierra, a Villar del río, a la Piazza di Spagna o al salón de mi casa. Se colisionan, chocan suavemente entre ellos como celulosa, muchos son polos opuestos, pero la inercia del lugar los une. A mi no me gustan pero los acepto y a veces los elijo, como ahora.
Sin embargo hay noches en que todo esto queda muy lejos y prefiero llorar de pena en mi cama pensando en el día de la muerte de Woody Allen, noches sin conservantes añadidos, sin aromas artificiales, como la Coca-Cola. Qué mentirosa que es.
De este modo, y con remojones en piscinas de chocolate, funciona la navidad en la calle Umbría. Cómo robar un millón se fuma el polvo de la estantería junto con El príncipe y la corista, yo les digo que el 6 de enero tendrán compañía, pero verdaderamente es indiferente y hacen que la culpabilidad se convierta en cuerda y me ahogue.
Todo va muy bien, yo me basto, pero, ¿y los demás? ¿Se bastan los demás?. Saber la respuesta hace que la cuerda apriete cada vez más.


No te cedo la palabra porque no podré escucharte, Schade.

martes

Såsom i en spegel

Todas las mañanas, muy temprano, una voz firme me despierta, alguien desconocido me llama, entonces me levanto y vengo a esta habitación. Una noche alguien me llamó desde detrás del papel de la pared, miré en el armario pero estaba vacío, la voz siguió llamándome así que me pegué a la pared, esta cedió y ya estaba dentro. ¿Crees que me lo invento verdad?.
Entro en una habitación enorme, todo es luz y tranquilidad, la gente va hacia arriba y hacia abajo, algunas personas que están allí me hablan, entonces lo entiendo todo, es una sensación muy agradable y me siento segura. Algunos rostros desprenden una luz brillante, todo el mundo dice que puedo estar allí cuando desee.

Es horrible ver tu propia confusión, y llegar a entenderla.

jueves

Querido Alfred

Supongo que a estas alturas ya sabrás que la locomotora que pasa por el jardín de mi casa de verano, arrasó mi limonero. Y ahora ya no cuento limones pensando que te parece una estupidez que parezca que pienso que los limones me recuerdan a ti, por que ya no tengo limones. Estoy muy fuera de tiempo, lo sé, pero tu tranquilo, que lo tengo cogido de la cola y de momento no se escapa.

Últimamente no hago más que recordar la rabia que te daba que te gustara, cuando sabías que no era así, así de buena para tu bien estar, así de tranquila cuando llegabas a casa después de 5 años en Sudan. No nos echábamos de menos, ni nos echábamos de más, nos echábamos lo justo, sin empachar. Sabías que entendiéndome jamás tendríamos problemas, que cuando mi bastante fuera tu bastante, bastante bueno o bastante malo, pero suficiente para los dos, todo iría sobre ruedas. Como la locomotora que mañana cogeré, así es Alfred, me llevará lejos de la arena, cerca de las montañas, me llevaré a ellas todo lo mío, incluso el diente que me arrancaste una noche en navidad. Ya prometí echar de menos mi casa y mi jardín, y aunque tu silla quede vacía cargaré con lo único que no puedo borrar, el recuerdo de mucho tiempo a tu lado y la última vez que te vi.

Aquí te dejo, en un nuevo planeta...
...demasiado nuevo para mí

lunes

stop

Mi "inspiración" se quedó en Berlín, y mi regadora de grandes esperanzas también. Así que ahora solo podré mirarle a la cara como miro a todos los demás, con indiferencia y desilusión. Qué rollo tener los pies en la tierra de nuevo, con lo divertido que era parecer una adolescente moñas.
Pues bueno, me quedo aquí sentada, esperando un pez de colores que venga a pescarme.


En algun lugar de un gran país, olvidamos construir un lugar donde no queme el sol.

jueves

Como iba diciendo, esa mujer vestida de rojo y de belleza relativa empezó a chillarme en ruso, lo sabía por qué mi madre había vivido en Rusia durante muchos años, y en ocasiones, cuando era bien pequeñito, me cantaba canciones populares, como la Kalinka Malinka por ejemplo, y otras veces aprovechaba la potencia fonética del ruso unida a mi ignorancia respecto a su significado para cagarse en el maldito momento en que me parió.
Mi madre disfrutaba como un guisante cuando reproducíamos la batalla de Stalingrado en la terraza, a mi siempre me tocaba ser alemán, y cuando me capturaba me encerraba durante 5 horas con llave en su matrioska de 2 metros.
… y en fin, como te iba diciendo, ¡ah si! Снаружи! Видься! Seguía gritando la mujer. Yo solo podía percibir en sus berridos que mi visita no era de su agrado. No sé exactamente qué hacía ella allí, esa había sido mi casa hasta el momento, así que cogí, di media vuelta y me marché a casa de mi prima.

Así, ¿sin más?

¿Y qué más quieres que te cuente? El resto ya lo sabes, nos conocimos, nos casamos…

Me refiero a que ni si quiera intentaste averiguar qué hacía esa mujer en tu casa. ¿No te pareció raro?

A mi no me gusta meterme en los problemas de los demás, esa mujer no llegó a mi casa trepando por una hiedra, si estaba allí era por que alguien le dio la llave y le dijo que podía quedarse sin ningún problema. Pues no iba a ser yo el que la molestara echándola de lo que ella creía que era su casa.

No entiendo nada de nada, pero a ver, ¿no crees que podía tener alguna relación con tu madre? Como has dicho que pasó una temporada en Rusia.

No hagas deducciones baratas, eso solo son bobadas, mi madre nunca haría algo así, además, hace más de 10 años que no sé nada de ella, sé que se fue de vacaciones a Barcelona, con una amiga, y conoció a un cantaor flamenco en un patio andaluz, fueron a vivir juntos allí donde cristo perdió la alpargata, en un lugar cerca de los Alpes y años más tarde se marcharon en busca de un monasterio budista muy importante, en Escocia, ya no supe nada más de ella.

¿Y llevas viviendo 4 años conmigo y no has sido capaz de explicarme todo esto hasta ahora?

Tampoco me lo habías preguntado nunca, cariño.

miércoles

metáfora circulatoria

Llevo unos 17 años, más o menos, programando visitas públicas intravenosas por mis venas y arterias, y ya me empieza a doler la sangre de verdad. Hay muchos visitantes que entran con los zapatos sucios de calle y me molesta verdaderamente que me ensucien depende qué tejidos, o también hay el típico listillo que se fuma un cigarrito al lado de un glóbulo rojo, y luego los pulmones se enfadan por qué sus camiones de oxígeno llegan intoxicados al resto del cuerpo, parece mentira que no sepan que los glóbulos rojos odian más el tabaco que un neumólogo. De modo que he decidido que a partir de ahora, y durante 200 años más quien quiera bucear en mi sistema venoso, que entre descalzo y acate las reglas, ¡encima que no cobro entrada y doy de merendar a mis invitados!. Verdaderamente, eso me pasa por dejar entrar a cualquiera, al final alguno vendrá con una catapulta y se colará en… ¡uf! no quiero ni pensarlo.