Hoy elijo verlos bailar, imaginar que aun que no sepa que existen mentalmente pueden transportar-se conmigo a cualquier lugar de la tierra, a Villar del río, a la Piazza di Spagna o al salón de mi casa. Se colisionan, chocan suavemente entre ellos como celulosa, muchos son polos opuestos, pero la inercia del lugar los une. A mi no me gustan pero los acepto y a veces los elijo, como ahora.
Sin embargo hay noches en que todo esto queda muy lejos y prefiero llorar de pena en mi cama pensando en el día de la muerte de Woody Allen, noches sin conservantes añadidos, sin aromas artificiales, como la Coca-Cola. Qué mentirosa que es.
De este modo, y con remojones en piscinas de chocolate, funciona la navidad en la calle Umbría. Cómo robar un millón se fuma el polvo de la estantería junto con El príncipe y la corista, yo les digo que el 6 de enero tendrán compañía, pero verdaderamente es indiferente y hacen que la culpabilidad se convierta en cuerda y me ahogue.
Todo va muy bien, yo me basto, pero, ¿y los demás? ¿Se bastan los demás?. Saber la respuesta hace que la cuerda apriete cada vez más.
No te cedo la palabra porque no podré escucharte, Schade.
Sin embargo hay noches en que todo esto queda muy lejos y prefiero llorar de pena en mi cama pensando en el día de la muerte de Woody Allen, noches sin conservantes añadidos, sin aromas artificiales, como la Coca-Cola. Qué mentirosa que es.
De este modo, y con remojones en piscinas de chocolate, funciona la navidad en la calle Umbría. Cómo robar un millón se fuma el polvo de la estantería junto con El príncipe y la corista, yo les digo que el 6 de enero tendrán compañía, pero verdaderamente es indiferente y hacen que la culpabilidad se convierta en cuerda y me ahogue.
Todo va muy bien, yo me basto, pero, ¿y los demás? ¿Se bastan los demás?. Saber la respuesta hace que la cuerda apriete cada vez más.
No te cedo la palabra porque no podré escucharte, Schade.