martes

it's the same

La fluidez llega cuanto más se acercan dos pensamientos diferentes a desear lo mismo. Cuando es de noche, el veneno, con tan poca luz se convierte en la gota que colma el vaso. Las palabras se esconden dentro de cada cuerpo, enredadas en telas de araña que unen y dividen dignidad y vergüenza. El tiempo pasa, y cada pincelada homenajea la humanidad de un instante de tacto entre dos cuerpos. Hay manos que, impotentes, no saben qué tocar, qué acariciar, dónde esconderse para dejarse de irracionalidades y rendir culto al deber. Pasean por la sudorosa oscuridad, tiritantes pupilas, que aprendiendo a pensar se han olvidado de ver. Y muere poco a poco cada espasmo de éxito, que se va rindiendo ante la desesperación, dándose cuenta de que todo es curiosamente imposible, sumiéndose en un cínico e imaginario lago de cerebros podridos que apestan a censura y crueldad. Por la mañana, flotan las muelas y escuecen las encías, la noche ha sido una enfermedad mal curada, una erección sin eyacular, una pastilla de jabón que se ha escapado de unas manos que siguen escondidas, taciturnas y encomendadas de venganza y rencor.

lunes

Odisea

Recorre la textura azul del cielo mientras desciende lenta y densamente. Le gustaría caer en el mar, vivir nadando, haciéndose la muerta, siendo tan solo, más agua… Sin embargo, fruto inconsciente de las mentiras de Homero, acaba enloqueciendo. Pues disfrutar del viaje, como lo hizo Ulises tan solo perturba una mente sana y decidida, y la convierte en una mente libre y alocada. Ítaca consigue ser un sueño, de aquellos que no existen ni si quiera en la imaginación, como lo es el mar para una gota de aceite. Solo llora, intentando vanamente desnutrirse, deshidratarse y convertirse en sal. Solo piensa que algún día se vengará de quien no la dejó llegar a su supuestamente espeso paradero, aquel que no conocía y nunca supo si quiso conocer.