lunes

Isis

Durante aquellas tardes de primavera, las horas pasaban saboreando los primeros meses del nuevo siglo XXI, los niños y niñas salían de la escuela hacia las 5 y caminaban con dirección asistida hacia la iglesia de La Esperanza. Todos ellos eran mis amigos, algunos aun lo son. Durante el recreo, mientras ensuciábamos de barro nuestros chándales y nuestras bambas del 35, debatíamos sobre porqué yo no iba a vestir de blanco en Mayo. Entonces nunca supe por qué no podía estudiar a Dios además de las plantas y los animales, ¿mis compañeros tenían ventaja sobre mí? ¿Mis padres se habían olvidado de llevarme a la iglesia?

Ahora, tranquilamente, han pasado 9 años y he podido estudiar diferentes culturas que según un plan de estudios eran importantes y necesarias para mi conocimiento, pero nunca he podido estudiar la que yo he escogido. Mireia, Raquel y Cristian aprendieron sobre Noe y el Gran diluvio o sobre la prueba de amor de Abraham, pero yo nunca pude aprender sobre la traición de Seth a Osiris, las facultades de Ra, sobre coronas, cetros, tronos, tumbas, sabios o pirámides. Mientras yo merendaba después del colegio, Mireia, Raquel o Cristian aprendían sobre aquel Dios del que no pidieron saber.


A principios del año que viene, cuando pase a las 5 y media por la iglesia de La Esperanza, seguiré viendo niños que llegaran sin saber muy bien dónde y que aprenderán historias y fábulas que a diferencia de “La tortuga y la liebre” o “Alicia en el país de las maravillas” pretenden ser verdad. Quizás ahora, Mireia, Raquel o Cristian, no saben que Isis fue la única deidad egipcia que resistió el auge del cristianismo y se mantuvo durante el imperio romano hasta que su culto fue prohibido en el año 535. Quizás ahora, por ejemplo, no saben que Isis es La Virgen María. Pero no es culpa suya, los niños van con dirección asistida.




miércoles

Grüner hund


Han roto la lechuga de Elena, también han acabado con su oasis, con sus nuevos y brillantes pimientos rojos, con sus ratones debajo de la lavadora y con su casette de Donovan. Acaban de llegar y se atreven a desmitificar sus héroes y sus teorías aplastantes. (Laura habla de sus divertidos errores, Albert habla de sus incomprensibles deseos para Elena, Carlos habla de nada porque no tiene ganas de hablar, Josep habla de sus triunfos a Laura y a Carlos, Jordi siempre habla de Jordi a Elena, Sergio habla-bla-bla-bla). Húndetelos Elena, hunde los auriculares lo más dentro posible de tus oídos, si es posible que ambos se toquen, que lo hagan, que tu cerebro sea música; sueca, japonesa, rusa, haz lo posible para no entenderla, para no oírlos, para deshacerte de sus conclusiones ¿En qué caminos turbios te metes, que te llevan todos a la lógica? ¿Hace la lógica que quieras vivir lejos de Albert, de Josep, de Carlos, de Sergio o de Laura?. Elena, eres tu perro andaluz, huye.