miércoles

Geografía

Empezar por el centro es tan sencillo cuando respira con su gran nariz de sal. Depositada en la mitad de lo precisamente paralelo. Y si con nuestros dedos cruzamos cualquier carril hinchado, llegamos al sonido de la textura del bello de unas orejas.

Es cuadrado, pero tiene una golosina debajo de su respiradero de sal. Golosina mojada de amor…vana información.

Decadencia en sus ojos terriblemente verdes, terriblemente opacos que no dejan de mirar aquello que no podemos tocar. Sin embargo solo vemos hilos entrecruzados que necesitan dedos que los marañen.

Hay 7 días de viaje por su cuello, entre su rostro que es mar y su cuerpo arena. Entiéndeme, mundo, cuando te insisto, en que una tez clara con virutas de vida no se olvida fácilmente. Estoy segura de que al final sus ojos encontraran mi centro, mi centro de azúcar.
Y entonces no diré nada más.