lunes

Alles ist die vergangenheit


James era un hombre que parecía que llevara una maya térmica azul bajo la piel. Era inmune a la capacidad del sol de oscurecer la piel en verano. Sus labios eran eléctricos con el frío de diciembre. Solía llegar tarde al trabajo porque siempre perdía su bufanda púrpura. Le conocí en una cena de empresa, James acababa de llegar de Ontario, aun que era originario de…otro lugar. Cuando me vio por primera vez me pidió prestada la corbata. Él vivió en mi casa algunos meses del año, otros se iba con el coche de su hermana a un pequeño pueblo del país vasco cuyo nombre nunca me quería decir. Una vez ocurrió algo que me abrió los ojos. James trajo una mujer a casa, se llamaba Julia, era andaluza. Hablaba más con ella que conmigo, pasaba horas y horas a su lado. Antes de conocer a James no lo hubiera imaginado nunca, pero llegué a sentir celos de Julia, necesitaba la atención de James, los besos que alguna vez me había dado. Llegué a pensar que sería el hombre de mi vida hasta que sin despedirse, desapareció.



Hace dos semanas me encontré a Julia en la parada del autobús. El pensar que James aun estaba en la ciudad me aterrorizó, sin embargo, vi algo que me confirmó su ausencia; Julia estaba embarazada y un hombre alto, de tez morena se acercó a ella y la besó. James llevaba fuera de España desde el mismo día que salió de mi casa.


Ángel Méndez.

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