domingo

Nicht alles ist implizit


Karin venía del entierro. Paseaba bajo la sombra de los cipreses y no podía expulsar de su cabeza la frase del señor. “No ames el sueño para que no te empobrezcas; abre tus ojos y te saciarás de pan”.


Lo onírico, lo imposible y lo utópico formaban parte de la incertidumbre del futuro, sin embargo en su caso, eran conceptos del pasado. A Karin le importaba poco lo que sucediera, se daba cuenta minuto a minuto de que la vida era presente, de que los minutos que vienen, aparecen de la nada pero se agarran con más fuerza que las posibilidades, las visiones o los pareceres.


Sin ganas de seguir sosteniendo su cuerpo, Karin se sentó en el viejo banco blanco del cementerio, allí los recuerdos aparecían produciendo en ella la misma sensación que la primera gota de una tormenta de primavera tocando la punta de su nariz.


El coche negro de Isaac, su perfume, su bufanda, sus risas ruidosas, su rostro atento delante de ella, sus gestos de cansancio, los días en el parque, los días en la calle, en las cafeterías, en las gasolineras.


¿De qué serviría todo aquello si cuando ocurría tan sólo ella lo vivía en estado puro?, Karin nunca supo lo que Isaac tomaba como implícito en su relación con ella, nunca supo en qué medida sus comentarios habían dejado huella en él.


Ahora ya sí que no lo sabría, sus conversaciones sobre política y religión concluían en un banco de un cementerio, tras una ceremonia cristiana, con la escéptica y atea Karin recordando palabras del señor.


Las cosas que no han sido verdad, no lo son. Karin había permitido con demasiada facilidad que los acontecimientos ocurrieran sin más, había desperdiciado canciones, miradas, gestos roces, había asesinado a la valentía, a la firmeza, a la posibilidad de jugar y ganar.


Y lo que más la angustiaba, lo que en unos instantes acabaría con su nudo en la garganta, era el hecho de que sabía que si Isaac pudiera escucharla en esos momentos tan sólo sería capaz de pedirle un cigarro, preguntarle por la hora o hablarle del tiempo.




2 comentarios:

Mei dijo...

M'encanta. Sempre et dic el mateix, sóc molt poc original, però m'encanta de debò.

I la imatge que l'acompanya també :)

Marta Soria dijo...

Elena! No sabia que tenies blog! M'ha encantat tot el que he llegit, tens molta facilitat per expressar-te :)